En la actualidad las personas con trastorno afectivo bipolar pueden acceder a tratamientos que permitan un favorable pronóstico y una buena calidad de vida.
Una serie de mitos rodean el TAB (Trastorno Afectivo Bipolar), que se conmemora mundialmente el día 30 de marzo. Según explica el doctor Raúl Sánchez, médico psiquiatra y director de la Unidad de Trastorno Afectivo Bipolar (UTAB UC) de Red de Salud UC CHRISTUS, el trastorno bipolar es una enfermedad crónica, pero controlable. “Los pacientes deben ser conscientes de que no son culpables de tener la enfermedad, pero sí son responsables de ella”, puntualiza. Es importante destacar que el TAB no es lo mismo que los altibajos breves que experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más intensos y duraderos, y pueden dañar las relaciones entre personas, hacer que sea más difícil ir al colegio o universidad o conservar un empleo. Algunas personas que sufren del TAB pueden incluso intentar hacerse daño o suicidarse.
En la actualidad, las personas con trastorno afectivo bipolar pueden acceder a tratamientos que permitan un favorable pronóstico y una buena calidad de vida. Por lo mismo, es importante derribar una serie de mitos que rodean a esta enfermedad.
Mitos y verdades
• «Todo paciente con TAB alterna continuamente entre un estado de manía y uno de depresión”Falso: Si bien el Trastorno Afectivo Bipolar se caracteriza por presentar al menos un episodio de manía o hipomanía y tener episodios de depresión, con un adecuado tratamiento pasan un importante periodo de su vida con un ánimo estable. Las personas en fase de manía, en general son felices. Falso: la felicidad es un estado normal del ser humano, las personas en fase de manía se encuentran en un periodo anormal de exaltación del ánimo, acompañado de otras alteraciones que los ponen en riesgo a ellos y a terceras personas.
• “El TAB es un simple estado de la mente, basta que la persona ponga de su voluntad para que desaparezca”. Falso: Es una enfermedad neurobiológica, que involucra factores psicológicos y ambientales que inciden en su evolución. Es crónica y recurrente. No son personas peligrosas y en general, son más bien las personas con TAB quienes sufren de agresión y violencia.
• “Los fármacos para tratar el TAB son adictivos”. Falso: Los fármacos estabilizadores del ánimo no han demostrado a la fecha tener un potencial adictivo en los pacientes.
• «Después de un año de ánimo estable se pueden dejar los medicamentos”. Falso: el TAB es una enfermedad neurobiológica crónica y recurrente, por lo que el tratamiento farmacológico es permanente. Sin tratamiento adecuado, pueden lesionar la calidad de vida ya que el 90% de los pacientes bipolares sufren recaídas. La mala adherencia a la farmacoterapia es una de las principales causas de recurrencia (tasas de hasta un 50%).
• “Las personas con Trastorno Afectivo Bipolar no son los suficientemente estables para ocupar cargos de responsabilidad”. Falso: los pacientes con TAB con un adecuado plan de tratamiento pueden compatibilizar su vida con estudios y trabajo. Altas personalidades en distintos ámbitos, con un alto grado de responsabilidad, tienen TAB.
• “El suicidio es un problema menor en el TAB”. Falso: Se estima que las personas afectadas por un trastorno bipolar tienen 15 veces más riesgo de morir por esta causa respecto de otras personas que no tienen esta condición. Con un adecuado plan de tratamiento, este riesgo se reduce significativamente.
• “Las personas con TAB no pueden llevar vidas normales”.El vincularse a un tratamiento multidisciplinario permite realizar una vida normal, que incluye estudiar, trabajar, formar familia y tener hijos. Sí es importante, en el caso de las mujeres, que consulten con su equipo tratante cuando decidan embarazarse.
¿Qué puede hacer la familia?
• Aceptar a la persona con su enfermedad.
• Mantenerse informados acerca de la enfermedad.
• Fijar metas realistas.
• Incluir al paciente activamente en la familia.
• Ser positivos
• Proveer un ambiente tranquilo.
• Evitar pensar que algún integrante de la familia es culpable.
• Evitar que dejen el tratamiento. (1/3 de los pacientes lo hace)
• Evitar usar términos despectivos hacia el paciente o sus síntomas.
• Fijar límites con claridad y de acuerdo con las necesidades de todos los integrantes del grupo familiar.
• Establecer planes de contingencia frente a una crisis, en acuerdo con equipo tratante. Durante una crisis o fase aguda acompañar al paciente.
Síntomas para tener en cuenta
La familia y el paciente deben tener en cuenta que si se presentan tres o más de estos síntomas por más de dos semanas, es necesario consultar con un especialista.
En la fase de depresión, las señales pueden incluir.
• Baja autoestima
• ideas de culpa o ruina
• Dificultad para realizar tareas habituales
• Fatigabilidad
• Falta de concentración
• Pensar en la muerte o suicidio
• Insomnio
• Baja del deseo sexual
• Pérdida o exceso del apetito
• Aislamiento social
En la fase de manía, los síntomas pueden ser:
• Aceleración del pensamiento
• Exagerado aumento de la sociabilidad
• Conducta desordenada
• Disminución de la necesidad de dormir
• Euforia
• Gastos excesivos e inapropiados
• Hiperactividad
• Ideas delirantes
• Aumento del impulso sexual
• Ideas de grandeza Irritabilidad
• Verborrea, ganas de hablar mucho y a veces muy rápido
• Creer ser capaz de hacer muchas cosas a la vez y estar más activos de lo común.
• Sensación de tristeza o de vacío
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